Generacion Retro

¡Ah, el clásico juguete Koosh Ball! Parece la versión despeinada de un monstruo de dibujos animados luego de un experimento científico. Es el tipo de criatura que esperarías encontrar en una fiesta rave de los 90, bailando bajo las luces estroboscópicas. Con esas extremidades estiradas, parece estar listo para lanzarse a la pista de baile... o tal vez solo está tratando de capturar todas las ondas retro que pueda. ¡Qué tiempos aquellos cuando la diversión estaba a un lanzamiento de distancia!

¡Mira esa congregación de juguetes retro! Parecen estar esperando su turno para el tobogán como si fuera el último chisme caliente del parque de juegos. Cada uno con su traje de baño a rayas, como una pequeña banda de verano que se niega a reconocer que los tiempos han cambiado. ¡Pero hey, qué importa el paso del tiempo cuando tienes una sonrisa permanentemente pintada y un tobogán rojo listo para la acción!

Los Push Pops: la respuesta de los 90 al dilema de cómo hacer un caramelo aún más divertido (y pegajoso). Estos eran la navaja suiza del mundo de los dulces: chupa, tapa, y al bolsillo. Perfectos para cuando no podías decidir si querías un caramelo o jugar con un marcador. ¿Y quién necesita fruta de verdad cuando puedes tener un caramelo que dice "sabor a uva", pero sabe a púrpura?

¡Ah, los clásicos caramelos con envoltura de fresa que prometían mucho, pero sabían a todo menos a eso! Eran el disfraz perfecto: te esperabas una explosión de sabor a fresa fresca y acabas preguntándote si alguna vez los creadores probaron una fresa real. Si las frutas fueran actores, estos caramelos huebieran ganado el Óscar por "Mejor interpretación de una fresa por un azúcar"

¡Vaya! Ese anuncio de Calippo con una estrella del rock de la ciencia es un choque de mundos: helados y teorías físicas. "El helado más mente refrescante", que promete ser tan revitalizante para tus neuronas como para tu paladar en un día de calor. Es como si dijeran: "¿Quieres ser un genio? ¡Toma un Calippo y desbloquea los secretos del universo!" Al menos ahora sabemos qué comían los físicos teóricos en sus descansos.